Marcelo Moretti finalmente tuvo que dejar de esquivar a la Justicia. Tras haber faltado en tres oportunidades a su citación, el presidente de San Lorenzo se presentó este martes a la indagatoria en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°34. Pero aunque estuvo físicamente en Comodoro Py… no declaró.
La causa, impulsada por César Francis junto a Christian Mera, lo investiga por administración fraudulenta en un expediente que tomó fuerza luego del conocido video de cámara oculta difundido por Canal 9, donde se ve a Moretti guardándose un sobre con 25.000 dólares, presuntamente como una coima para favorecer al hijo de María José Scottini en las inferiores del club.
“Se presentó, pero se negó a declarar”
Fue el propio Francis quien reveló lo sucedido y apuntó con dureza contra el presidente azulgrana: “Finalmente, Moretti dejó de jugar a las escondidas y se presentó a la indagatoria en el marco de la denuncia que le presentamos por administración fraudulenta junto a Christian Mera, pero se negó a declarar. El silencio no aclara nada. Al contrario, agranda las sombras sobre su gestión turbia y nefasta.”
En su posteo, publicado en X, Francis remarcó que si bien el derecho a no declarar está contemplado por ley, en este caso “dice mucho más que cualquier palabra”.
Un procesamiento que asoma
El abogado volvió a insistir en que la prueba es contundente y que la situación judicial de Moretti está cada vez más comprometida: “Negarse a declarar demuestra que no puede explicar lo que todos vimos. El procesamiento aparece cada vez más nítido en el horizonte. Cuenta regresiva: no vamos a aflojar.”
En medio de la peor crisis institucional
Esta nueva secuencia judicial se suma al caos político que atraviesa San Lorenzo, donde Moretti insiste en no renunciar mientras buena parte del arco político reclama acefalía y una transición ordenada. La AFA ya intervino y exige soluciones; el plantel profesional expuso públicamente la falta de pagos y las malas condiciones laborales; y los hinchas, atónitos, observan cómo el club se adentra en uno de los momentos institucionales más delicados de su historia.
En ese contexto, la negativa del presidente a declarar aparece como otro capítulo de una gestión nefasta y cada vez más cuestionada.
