No solo se cerró el año para la Primera de San Lorenzo, sino también para la Reserva, que quedó eliminada del Torneo Proyección tras caer ante Gimnasia de La Plata. Con el cierre de la actividad oficial, se activó además una normativa clave de la AFA que impactó de lleno en el semillero azulgrana.
Tal como ocurre cada temporada, los futbolistas que cumplen 20 años y no tienen contrato profesional deben quedar en libertad de acción si el club no avanza con la firma de su primer vínculo. En este contexto, fueron siete los jugadores que se despidieron oficialmente del Ciclón desde el 1° de diciembre.
Los juveniles que quedaron libres son todos categoría 2005: el marcador central Ramiro Centurión (14 partidos jugados); el lateral izquierdo Agustín Alvez (25); el volante León Mancini (11); los enganches Nahuel Romero (22) y Bruno Brito (8 encuentros y goleador de la Cuarta, con 10 tantos) y el extremo Lucas Juárez (9).
Además de todos estos futbolistas que lograron mostrarse en Reserva, quedó libre Rodrigo Biondi, defensor de la Cuarta que no tuvo chances en el equipo de Alan Capobianco.
Crisis institucional y un final sin contención
Más allá de lo deportivo, el trasfondo de estas salidas expone una situación preocupante a nivel institucional. Según pudo saberse, ninguno de los siete futbolistas recibió una comunicación formal por parte del club sobre su futuro, algo que generó malestar tanto en los jugadores como en sus representantes.
Habitualmente, este tipo de situaciones empiezan a definirse durante el mes de noviembre. Sin embargo, la falta de una conducción clara en San Lorenzo provocó que las decisiones no se transmitieran en tiempo y forma, dejando a los chicos sin respuestas hasta quedar automáticamente en libertad de acción.
El desenlace es duro: jugadores formados en el club se marchan gratis, sin contención dirigencial y en medio de una crisis institucional que no da tregua. Una postal que vuelve a reflejar el desorden que atraviesan las divisiones formativas en este momento crítico de la vida del club.
