Como tantos otros juveniles, Elías Pereyra partió con la ilusión de poder sumar los minutos que no consiguió en San Lorenzo. Su destino fue el Benfica B de Portugal, equipo a donde se fue a préstamo por seis meses en enero de este año y donde continúa atravesando el aislamiento obligatorio a raíz de la pandemia.
El hecho es que cuando empezó a acomodarse en Europa, el parate del fútbol hizo que la evaluación sea aún más acotada para los lusos y es por eso que decidieron no hacer uso de la opción de compra de 1.8 millones de dólares por el 80% de su ficha. En este escenario, el 30 de junio deberá regresar a la Argentina.
Todavía es un misterio saber si el juvenil de 21 años estará en la consideración de Mariano Soso, pero si hay algo que no abundan en el Ciclón son los laterales izquierdos. Hoy el único que naturalmente juega en esa posición es Bruno Pittón, titular indiscutido en Boedo y por el que se especula que llegarían ofertas.
“Si Elías tiene que pelear un puesto con el que esté, encantadísimo. Más allá de los partidos que ya jugó (tiene 13 partidos con la camiseta del Ciclón), a él le encantaría afianzarse en San Lorenzo“, comentó su representante, Juan Pablo Rossi, hace algunos días en Aire Cuervo.
Además de Pereyra, el marcador de punta izquierdo que debe pegar la vuelta a mitad de año es Gabriel Rojas, quien fue cedido a Peñarol en julio pasado y si bien manifestó sus ganas de seguir jugando en Uruguay, por ahora es otro de los que debería presentarse a trabajar con Soso cuando vuelven los entrenamientos.
