Naturalmente, no son las mismas expectativas con jugadores de 21 años que con pibes más jóvenes. Sin embargo, todavía las esperanzas de San Lorenzo están puesta en Francisco Galván, quien renovó su contrato hasta mediados del 2023 (vencía en junio del 2021) pese a que por diferentes lesiones se le fue demorando el ansiado debut en la Primera.
¿De quién se trata? De un delantero zurdo, categoría 99, que llegó a la institución en 2015 y desde hace un tiempo es apuntado como una de las promesas del club, entre otras cosas, por su capacidad goleadora y sus condiciones técnicas pese a su metro noventa de altura. Pero la suerte en los últimos años no estuvo de su lado.
A mediados del 2018, cuando integraba el plantel de Reserva, sufrió la rotura de ligamentos en la rodilla izquierda cuando el Pampa Biaggio como uno de los apuntados, junto a Gaich, para subir al primer equipo. Un año más tarde, tuvo una lesión similar pero en la rodilla derecha. Esos golpes, claramente, pospusieron el ansiado debut.
En el inicio de la segunda rehabilitación, apareció la pandemia que detuvo la actividad futbolística de Galván, a quien durante el parate le dieron el alta médica y si bien hoy por hoy no arrancará los entrenamientos con Primera, tendría el visto bueno de Mariano Soso para acoplarse al plantel profesional una vez que comience a normalizarse la situación.
“Tiene un muy buen juego aéreo en las dos áreas, buenas condiciones físicas y técnicas. Si se recupera bien de las lesiones…“, lo describió en Vamos Ciclón Fernando Kuyumchoglu, el Coordinador de las Inferiores de San Lorenzo, a la espera que pueda demostrar en el corto plazo todo lo que promete desde que llegó a Boedo. ¿Tendrá su chance?
