Participó en cinco de los once partidos de la Copa Maradona. Tres como titular, dos como suplente. Esto se traduce en 205 minutos en cancha para Gabriel Rojas desde que regresó a San Lorenzo. Demasiados pocos comparados a los 1913 que disputó durante la temporada pasada en Peñarol, repartidos en 23 juegos.
El haber tenido tan poco rodaje, y sabiendo que lo que jugó fue por una lesión de Bruno Pittón, hizo que el lateral izquierdo se replantee nuevamente su continuidad en el Ciclón. De hecho, con la idea de volver a recuperar la continuidad que tenía en el Carbonero, donde alcanzó a tener buenos rendimientos y se ganó un lugar en el equipo titular, pidió salir.
En su momento Rojas había manifestado públicamente sus deseos de seguir en Uruguay. Sin embargo, los charrúas no estaban dispuestos a desembolsar el dinero que le pidió San Lorenzo por un nuevo préstamo y debió quedarse. En su vuelta, primero Soso le comunicó que no lo iba a tener en cuenta (entrenó diferenciado con Gudiño y Berterame) y después lo volvió a considerar. Pero, claro está, no tuvo el rodaje que él esperaba.
El tema es que al nacido en Adrogué, de 23 años, le quedan tan solo un par de meses de contrato en el CASLA. Su vínculo finaliza en junio de este 2021 y para volver a ser cedido debería renovar antes de irse. Mientras tanto, ya está en condiciones de negociar con cualquier club para irse gratis y con el pase en su poder a mediados de año. ¿Qué será de su futuro?