Su último partido fue el 13 de marzo del 2020. Por la primera fecha de la Copa Superliga, San Lorenzo le ganó como visitante a Patronato por 3 a 1 y luego el fútbol argentino, como en todas partes del mundo, se suspendería por la pandemia del coronavirus. Sin embargo, a poco menos de un año de esa noche en Paraná, Fabricio Coloccini reaparecerá en el Ciclón.
El zaguero central, que cumplió 39 años en enero, dejó atrás una serie de lesiones que le impidieron tener un solo minuto (ni oficial ni amistosos) con Mariano Soso y ahora, con la llegada de Diego Dabove, jugará como titular en el debut en la Copa Argentina del jueves contra Liniers después de, exactamente, 342 días.
En el regreso a las prácticas post pandemia, Colocha dio positivo de Covid-19 a fines de agosto y luego de eso no pudo reintegrarse al grupo con normalidad por diversas molestias físicas. El 26 de septiembre volvió a trabajar con el plantel después de una distensión en el bíceps femoral de la pierna izquierda, pero en ese mismo entrenamiento se resintió y tuvo que parar otra vez.
En medio de todo esto, vivió varios días difíciles por Boedo luego de la lesión que le causó Angel Romero a Andrés Herrera, el 19 de septiembre. Inmediatamente después de ese episodio, Coloccini escribió un mensaje llamativo en una historia de Instagram (el del “miserable obstáculo”) que repercutió y sacó a la luz la división del vestuario, algo que se acentuó tiempo más tarde.
Recién a fin de año, en medio de la Copa Maradona, pudo reincorporarse al trabajo con el resto de sus compañeros y desde ese momento hasta ahora, se ejercitó con normalidad. Por eso, después de mucho tiempo de inactividad y el malestar que se generó tras aquel posteo, Dabove le dará la chance de volver a pisar una cancha de fútbol, prácticamente llegando al final de su carrera.