Francisco Galván se entrenaba con el plantel de San Lorenzo desde el arranque de la pretemporada, pero Pedro Troglio le comunicó que no iba a ser tenido en cuenta para la próxima temporada y se encontraba en la búsqueda de un club para ir a sumar minutos. Y antes de que cierre el libro de pases, el delantero encontró un nuevo destino.
El cordobés de 22 años jugará a préstamo en Independiente Rivadavia de Mendoza, club que milita en la Primera Nacional. La transferencia se acordó sin cargo ni opción de compra por una temporada, por lo tanto deberá regresar una vez que se cumpla la cesión. En Boedo tiene contrato vigente hasta junio del 2023.
El juvenil llegó al club en 2015 y desde hace un tiempo es apuntado como una de las promesas de las Inferiores, entre otras cosas, por su capacidad goleadora y sus condiciones técnicas pese a su metro noventa de altura. Pero la suerte no estuvo de su lado: sufrió una rotura de ligamentos en la rodilla izquierda a mediados del 2018 y otra en la derecha un año más tarde.
Su dilatado debut en Primera recién se dio en la primera fecha del campeonato pasado, cuando ingresó faltando cinco minutos reemplazando a Uvita Fernández contra Arsenal, en Sarandí. Luego apenas sumó 47 minutos más repartidos entre los partidos contra Central Córdoba y Unión. El tiempo dirá si Galván tendrá una nueva chance en San Lorenzo…