San Lorenzo está a tres días del debut en la Copa de la Liga y lo ideal hubiese sido que para estas fechas Pedro Troglio tenga la tranquilidad de saber que sus prioridades están cubiertas. Pero eso no pasó. De hecho, el entrenador es consciente que de ahora en más deberá arreglarse con lo que tiene en el plantel.
Un zaguero central, un volante de juego, un extremo y un 9 de área fueron los primeros pedidos del DT antes de dirigir su primera práctica. ¿Qué llegaron? Dos hombres que juegan por afuera, como Malcom Braida y Ricardo Centurión, y un centro delantero, Adam Bareiro, aunque, claro, el paraguayo no es el hombre gol que estaba necesitando.
Teniendo en cuenta que ya había contratado todos futbolistas con características ofensivas, Troglio insistió por el marcador central y consideró que también necesitaba un volante de marca que sea competencia directa de Yeison Gordillo. Al mismo tiempo, sabiendo que Herrera podría irse a River, pidió a un lateral derecho, pero horas después de la venta del Yacaré, Horacio Arreceygor dejó en claro que no iban a ir a fondo para conseguir el 4.
“Del mercado estamos medio alejados porque un lateral derecho o un volante central ya es difícil de conseguir hoy. Nosotros estamos para arrancar, no tenemos tiempo de que venga un jugador y tarde un mes en ponerse bien“, se sinceró Troglio en diálogo por radio Del Plata, consciente de que los tiempos apremian y ya no espera más jugadores a excepción del 9…
Las opciones que aparecen en ataque son Adolfo Gaich y Nicolás Blandi. Por el Tanque, los dirigentes del Ciclón están haciendo un último intento de poder repatriarlo. Está jugando poco en el Huesca y su pase pertenece al CSKA de Moscú. Por el ex campeón de América siguen habiendo charlas. Está con el pase en su poder luego de los flojos pasos por Colo Colo y Unión de Santa Fe.
“Estamos esperando la resolución por un sí o por un no, por uno o los dos. Hoy estamos solo con eso, con el tema del 9, y ya pensando exclusivamente en el viernes con Banfield”, agregó el técnico, quien mantiene la esperanza de que se pueda meter el último golpe del mercado. ¿Se podrá?
