Después de ser una de las figuras del equipo en el arranque del campeonato y la banca de Rubén Insúa tras el empate 3-3 contra Arsenal, en el cual tuvo responsabilidad en dos de los goles del conjunto de Sarandí, Sebastián Torrico dejó de ser el arquero titular de San Lorenzo y el técnico empezó a confiar en la figura de Augusto Batalla. Esto, sin dudas, cambió los planes del Cóndor.
Los rumores empezaron a acrecentarse en la previa del partido contra Central Córdoba en Santiago del Estero. En los pasillos del Nuevo Gasómetro se deslizaba que el mendocino de 42 años tendría decidido armar las valijas para tener continuidad en el último tramo de su carrera. Y si bien la cosa parecía haber quedado ahí, lo cierto es que hoy está con un pie afuera de Boedo.
Torrico tiene una oferta concreta de Barracas Central y está decidido a cambiar de aires. En las últimas horas del jueves ultimaba detalles para emigrar al equipo que lidera Claudio Tapia, el presidente de la AFA, y si todo marcha según lo previsto, es probable que en las próximas horas abandone definitivamente el club que lo cobijó durante los últimos nueve años.
A todo esto, cabe aclarar, la decisión del Cóndor no solo sería futbolística. Desde hace un tiempo la relación con la dirigencia azulgrana está desgastada y tiene una deuda económica importante en concepto de primas. De hecho, el arquero acudió a Agremiados para poder asesorarse aunque de ninguna manera inició acciones legales contra el club, como se había rumoreado.
De esta forma, todo indica que el final de uno de los últimos ídolos contemporáneos del hincha de San Lorenzo está sentenciado. Posiblemente este viernes, pese a que todavía tiene contrato vigente hasta diciembre de este año, comunique su decisión…