La noticia fue tan abrupta como inesperada. En el día que el plantel despidió oficialmente el 2022, Rubén Insúa se enteró de algo que no quería escuchar: después de un año y medio en San Lorenzo, Cristian Zapata comunicó que no renovará el contrato que vence el 31 de diciembre y por tanto no continuará su carrera en Boedo.
Lo que inclinó la balanza para que el colombiano de 36 años decidiera marcharse fue, básicamente, su familia. O eso al menos dicen desde el club. “Cuestiones personales”, así lo anunció en un comunicado en el que detallaron que “ya se había arribado a un acuerdo económico” para renovar el nuevo vínculo que, extraoficialmente, iba a tener duración por dos temporadas más.
Zapata llegó al Ciclón a mediados del 2021 y aunque al principio le costó acomodarse por la poca inactividad con la que venía de Italia, con el correr de su estadía se fue afirmando en el once titular. Su afianzamiento llegó de la mano del Gallego, con quien elevó su rendimiento y dio señales varias de recuperación para cambiar viejos murmullos y hasta silbidos por aplausos.
Pese a que Insúa se mostró optimista en cuanto a su renovación, lo cierto es que será una baja importante dentro de un plantel que está plagado de pibes. De este modo, con apenas 51 partidos con la camiseta azulgrana y dos goles (ante Patronato y Defensa y Justicia), se termina el ciclo de Cristian Zapata en San Lorenzo.