Después de varias semanas sin novedades, San Lorenzo cerró durante la tarde del martes a Carlos Sánchez y Facundo Altamirano. En el caso del arquero, que viene de romperla en Patronato, arregló con Banfield un préstamo por una temporada con un cargo de 200 mil dólares y una opción de compra de 1.600.000 al finalizar la cesión.
“Me sedujo San Lorenzo. Es un club grande, con todo lo que conlleva. Espero que se pueda resolver todo para arrancar a entrenar“, comentó minutos antes de hacerse la revisión médica esta mañana. Si todo marcha bien, firmará su contrato e inmediatamente viajará junto a Rafael Pérez, otro que se sometió a los chequeos, para sumarse a la pretemporada del plantel de Insúa.
Después habló a la pelea por el arco que se viene con Augusto Batalla. “Me ha tocado pelearla en todos lados a los que fui, no tengo ningún problema. Siempre estoy dispuesto a sumar, con buena leche. Obviamente uno quiere jugar, pero después decidirá el técnico”, dijo el arquero de 26 años, que además de jugar cedido en el Patrón también fue prestado a Estudiantes de Buenos Aires.
“Estoy muy contento. Muy feliz por todo lo que pasó el año pasado, muy agradecido. Obviamente con las expectativas altas, vamos a ver qué pasa ahora. Estoy con ganas de arrancar esta nueva etapa“, cerró Altamirano.