San Lorenzo le ganó bien por 1-0 a Godoy Cruz. No lo pasó por arriba ni mucho menos. Pero a este Ciclón de Insúa le alcanza aún sin ser arrollador, siguiendo el libreto que viene pregonando el DT desde el inicio de su ciclo: un equipo ordenado, módico en sus pretensiones y consciente de las limitaciones de un plantel en el que no abundan las variantes.
El Ciclón fue mejor que los mendocinos en la primera mitad. Pero hasta ahí nomás. En unos 45 minutos que, en líneas generales, se puede decir que al equipo del Gallego le faltó precisión para irse al descanso en ventaja. Fueron situaciones a cuentagotas. Adam Bareiro la tuvo a los 25 segundos y también, atropellando, a los diez. Casi sobre el final, a los 39′, lo más claro fue un tacazo de Andrés Vombergar que tapó Diego Rodríguez. Poco más. La visita ni siquiera inquietó. De hecho, Batalla no debió intervenir en ningún momento.
Para el complemento, el entrenador hizo una variante puesto por puesto: Leguizamón por Cerutti, que fue de mayor a menor en la primera mitad. El desarrollo del juego no cambió, pero San Lorenzo encontró tranquilidad en un penal de Rasmussen a Vombergar cuando intentó rechazar. El VAR revisó la jugada por un posible offside de La Bomba, pero Nazareno Arasa dio luz verde y Bareiro lo cambió por gol, definiendo al costado opuesto que eligió el Ruso Rodríguez.
¡GOL DE SAN LORENZO! Adam Bareiro venció al Ruso Rodríguez y marcó el 1-0 vs. Godoy Cruz en la #LigaProfesional.
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— SportsCenter (@SC_ESPN) February 11, 2023
Con el Ciclón en ventaja, la fórmula que se repite en el ciclo Insúa: replegar a sus jugadores para bancar el resultado e intentar sacar alguna contra para liquidar la historia. En ese contexto, Godoy Cruz dominó la pelota, la movió bien hasta tres cuartos de cancha pero con un equipo bien metido, entregado y seguro de lo que debía hacer, nunca generar siquiera una jugada que peligro en el arco de Batalla.
Ganó San Lorenzo su segundo partido del campeonato, el quinto consecutivo en el Nuevo Gasómetro, y ya sumó seis de los nueve puntos en juego. La gente, que acompañó a pesar del tremendo calor, está feliz y no es poco.
