Parece que no va más. Federico Girotti se iría San Lorenzo. El delantero de 24 años, que llegó a mediados de año procedente de Talleres de Córdoba, jugaría su último partido con la camiseta azulgrana este lunes cuando el equipo de Insua reciba a Central Córdoba por la última fecha de la Copa de la Liga porque la T activaría el resorte legal de la repesca.
Y es que el punta está cedido en el Ciclón hasta este diciembre del 2024, pero con una cláusula de repesca cada seis meses a costo cero: si no ocurre nada extraño, los cordobeses ya tienen decidido activar ese asterisco del convenio y se irá del club de Boedo con la posibilidad de sumar un partido más a los 16 (y tres goles) que acumuló en este semestre.
Una negociación poco favorable
En el momento de su llegada, una gran cantidad de hinchas cuestionaron la negociación que habían llevado a cabo los dirigentes para la llegada de Girotti… y el tiempo, parece, les dio la razón. El motivo principal tenía que ver con las condiciones del préstamo y el momento en el cual arribaba el delantero: después de haber estado parado poco más de un año por una lesión de rodilla.
De hecho, ése fue el motivo por el que se fue de Talleres. Antes de finalizar el torneo pasado, Javier Gandolfi decidió excluirlo del plantel profesional para la segunda mitad del año porque no lo veía ni física ni futbolísticamente en condiciones de jugar. En ese contexto, al 9 le costó entrar en ritmo de competencia y le demandó varias semanas ponerse a punto antes de debutar.
Ahora, ya con Girotti apto para hacer una pretemporada completa sin signos de aquella lesión que lo marginó de las canchas, Talleres haría lo que muchos presumían de antemano: repescarlo para que empiece a jugar en plenitud a partir del 2024. Y al final San Lorenzo terminaría siendo, una vez más, vidriera de otros clubes…
