Fue un primer tiempo de momentos para San Lorenzo. Fue mejor que Unión, sí. Tuvo más y mejor posesión de pelota, también. Merodeó el área rival, intentó por los costados con Giay y con Braida. Intentó, es cierto, hasta los defensores rivales bloquearon algunos remates que podrían haber tenido destino de gol, de Bareiro y también de Ferreira. Pero le faltó, como muchas otras veces, la puntada final. No fue claro en los últimos metros. De hecho, Campisi más que estar atento a las jugadas no tuvo ninguna tapada importante en esos 45′ iniciales.
Perrito Barrios… 🎩 pic.twitter.com/aPH7bmjooH
— SportsCenter (@SC_ESPN) February 5, 2024
En el complemento, la necesidad de ir a buscar hizo que Insua metiera un cambio ofensivo: buscando tener más peso en el área mandó a la cancha a Tarragona y sacó a Perruzzi. La tónica siguió siendo la misma en el inicio y fue en ese momento cuando el CASLA contó con la posibilidad más clara de gol: tiro libre de Ferreira que rebotó en la parte alta del travesaño. Pero después, entró nuevamente en un bache, que acompañado por el apuro y algunas imprecisiones terminaron con el Tatengue emparejando las acciones y generando su única chance concreta de gol: un tiro libre de Gamba que Altamirano sacó casi en la línea.
“Movete Boedo, movete”. Después de que empezó a bajar de las tribunas el clásico pedido de más y que Tarragona rematara por encima de travesaño, la segunda buena del Ciclón en ese ST, el Gallego volvió a meter mano. Sacó a Giay y a Barrios, de los más flojito del equipo, para darle minutos a Insaurralde y Toto Medina. Sin embargo, San Lorenzo volvió a quedarse en el intento, Irala se fue expulsado por doble amonestación a los 42′ y el partido se fue consumiendo sin siquiera poder acercarse con peligro al arco rival.
Así, el equipo de Rubén Insua empató sin goles. Apenas dos puntos de nueve sumó en lo que va de la Copa de la Liga y de a poco va viendo cómo se van escapando algunos equipos en la zona. Indudablemente sigue en deuda este equipo, que aún no pudo conseguir una victoria en lo que va de todo el 2024, algo que ya viene de arrastre de los amistosos del verano.