Apenas pisaron Buenos Aires, lo primero que hicieron los jugadores fue ir a la Ciudad Deportiva para volver a vestir la camiseta azulgrana. Gonzalo Luján e Iván Leguizamón, de ellos hablamos, se pusieron a disposición de Insua después de cumplir el objetivo de clasificar a los Juegos Olímpicos e inmediatamente el Gallego los mandó a la cancha contra Tigre.
Antes de arrancar el partido, claro, San Lorenzo les hizo su merecido reconocimiento. Los pibes recibieron el aplauso de todo el Nuevo Gasómetro cuando el presidente Marcelo Moretti y el encargado de fútbol Néstor Ortigoza les entregaron una plaquetas por sus aportes a la selección de Argentina y Paraguay para sacar pasaje a las olimpiadas de París.
Ambos jugaron como titulares ante el Matador y el delantero fue el que más trabajo tuvo. Luján, que disputó los 90 minutos, estuvo correcto en la marca y no tuvo demasiados problemas para salir con la pelota desde el fondo. Sin embargo, Leguizamón fue un dolor de cabeza para la defensa rival en el primer tiempo.
Más allá de no poder definir algunas situaciones que podían a llegar a ser claras, se movió por la banda derecha y le cometieron varias faltas. Incluso fue quine inició la jugada que derivó en el gol de Adam Bareiro. En el complemento se lo vio agotado y el Gallego decidió sacarlo a los 6′. En su lugar entró Diego Herazo, autor del tanto que le dio cifras finales al partido.