Arrancó parejo el primer tiempo. Más allá del cabezazo al travesaño que metió Peña Biafore después de una mala salida de Chila Gómez, el Ciclón lo emparejó y tuvo sus aproximaciones con dos tiros libre de Ferreira, uno que logró despejar Aguerre y otro que dio en el costado del arco. Sin embargo, a la visita se le terminó aclarando el panorama por otro grosero error en la defensa, como en la semana pasada con Liverpool.
A los 18′, Romaña se la quiso pasar a Campi pero se la regaló a Bou, que encaró mano a mano y venció a Gómez colocándola al primer palo. A partir de ahí, San Lorenzo se nubló, intentó ir al frente pero sin claridad y no tuvo posibilidades claras de empatar. Un centro de Irala que no llevaba demasiado peligro terminó impactando en el travesaño y eso fue lo mejor que hizo después del gol, que claramente lo afectó.
En el complemento San Lorenzo fue por inercia. Lo hizo sin precisión ni claridad. Romagnoli movió el banco para tratar de darle otra impronta al equipo: sacó a Irala y Leguizamón y metió a Barrios y Tarragona. Y de tanto empujar, el empate terminó llegando: centro atrás de Campi, que estaba lanzado al ataque, control de Ferreira y derechazo bien abajo para dejar sin chances a Aguerre, que no tuvo tiempo para reaccionar.
Después de eso, el Ciclón fue más por la exigencia de sus hinchas que otra cosa, se adelantó a los tumbos mientras que Lanús apostó a la contra. Pero los minutos se consumieron, tuvo su gran oportunidad sobre la hora con un cabezazo de Tarragona y San Lorenzo volvió a quedar en deuda: apenas suma un punto de seis en juego y ve cómo, de a poco, se terminan escapando varios equipos en el objetivo de clasificar a las copas del 2025.