Hay un problema en San Lorenzo. El cuerpo técnico y los dirigentes quieren que Diego Herazo se vaya. Y el futbolista de 28 años por ahora no se va. Incluso sabiendo más que nunca, por los acuerdos del club con Santiago Rodríguez y Andrés Vombergar, que va a correr muy desde atrás en la consideración de Leandro Romagnoli.
Al colombiano le surgió una propuesta de Criciúma de Brasil que en Boedo cerraba en todo sentido. La idea era que salga a préstamo sin cargo y con opción de compra, con la condición que se hagan cargo de la totalidad de su sueldo. Sin embargo, como el jugador no estaba convencido del destino finalmente terminó desestimando la oferta.
Herazo no rindió como se esperaba desde que llegó a San Lorenzo. Arribó a principios de año, proveniente de Tolima, y se desembolsaron un millón de dólares por el 100% de su pase. Arrancó bien, sí, con gol incluido en su segundo partido ante Tigre, pero después bajó su rendimiento notablemente y nunca pudo ganarse un lugar en el 11 titular.
En el CASLA, donde tiene contrato hasta diciembre de 2026, quieren que salga no solo porque saben que jugará poco. Los dirigentes también aspiran a recuperar algo del dinero invertido en caso que llegue a rendir en otro equipo y además podrá liberar un cupo de extranjero, más allá que hoy el plantel no tenga ese problema.
Si Herazo se va, en Boedo tampoco descartan la posibilidad de buscar otro 9 que hoy ante las llegadas de Rodríguez y Vombergar (más Cristian Tarragona) parecen quedarse fuera de carrera, caso Francisco Fydriszewski, por el que ya hicieron un intento con el Barcelona de Ecuador. ¿Podrán empujarlo hacia la puerta?
