Llegó Matías Reali y hay acuerdo para las incorporaciones de Nicolás Tripicchio, Santago Rodríguez y Andrés Vombergar. Sin embargo, a seis días de volver a jugar por los puntos y nada menos que en el clásico con Huracán, el problema es que si Leandro Romagnoli aspira hoy a poder contar con alguno de ellos no podrá porque hoy San Lorenzo está inhibido.
Las deudas heredadas de la gestión anterior son varias, pero inicialmente la dirigencia ya sabe cuál es el número que debe depositar en el correr de esta semana para que los futbolistas queden habilitados para jugar. Entre lo que le reclaman más los intereses que se fueron acumulando, se trata de una cifra cercana a los 2.800.000 de dólares.
San Lorenzo tiene que pagarle a Monterrey de México parte del pase de Adam Bareiro que jamás llegó a abonar en su totalidad; a Xolos de Tijuana por Diego Rodríguez, al propio Torito que también reclamó su parte; a Ferencvaros de Turquía que reclama por Carlos Auzqui; a Cristian Zapata y también a Independiente de Santa Fe por Yeison Gordillo.
Una vez que se realice el giro del dinero, habrá que esperar a que el pago quede registrado en las cuentas de destino (ya sea el club o al futbolista que se le debe) y que desde la FIFA confirmen que las inhibiciones queden levantadas. En principio, ese trámite puede durar hasta 72 horas hábiles. En Boedo, otra vez, trabajan a contrarreloj…