El ciclo de Cristian Ferreira en San Lorenzo se terminó oficialmente hace algunas semanas. El 30 de julio, el volante ofensivo de 24 años firmó la rescisión de su contrato a préstamo cuando aún le quedaban cinco meses más por delante y volvió a River, el club dueño de su pase.
Todavía a la espera de definir qué será de su futuro, Ferreira se despidió a través de sus redes sociales con alguna que otra frase que, así como fue su corta estadía en el Ciclón, levantó polvareda. Porque después de agradecer el haber jugado en Boedo, a los hinchas y a sus compañeros, le apuntó hacia uno o varios destinatarios inciertos.
“Lamentablemente no todo ha sido perfecto. La pasión y el respeto que siempre le tuve a esta institución no fueron correspondidos por todos. Me voy con la amargura de saber que no todos compartieron el mismo compromiso y amor por estos colores que yo siento”, escribió en una publicación de Instagram con comentarios limitados.
Sus últimos meses en Boedo no fueron para nada fáciles. Su ciclo terminó tras actuaciones que no terminaron de convencer, sumado al hecho de ser apuntado por su falta de profesionalismo y ser apartado del plantel por Leandro Romagnoli, quien fue claro al afirmar que tomó la decisión porque “pasaron cosas que no me gustaron y sé que no se hacen”.
Quizá señalando aquella frase del DT, o a todo lo que se rumoreó sobre sus actos de indisciplina, Ferreira, quien disputó apenas 16 partidos (13 como titular) y convirtió tres goles, cerró el mensaje hablándole directamente a la gente: “Por favor les pido, no crean las falacias que se dicen de mí“.