Más problemas. En las últimas horas se produjo otro estallido: llegó otra inhibición para San Lorenzo. En este caso, se trata por una deuda a un jugador que ya venía reclamando lo suyo desde hace un tiempo: Cristian Zapata, el marcador central que se fue Boedo a finales de 2022.
La FIFA falló a favor del colombiano a principios del mes pasado y la dirigencia tenía un plazo de 30 días para abonarle los 250.000 dólares que le debían, más los respectivos intereses. Sin embargo, patearon la pelota hacia adelante, no se le pagó y por consiguiente ya hay una sentencia firme en contra del club.
La otra inhibición que hay que levantar es la de Fabricio Formiliano, que cayó hace apenas algunos días. Al uruguayo, que jamás llegó a debutar con la azulgrana, se le adeudan alrededor de 140.000 dólares más intereses (según cuentan en Boedo) y habrá que pagarle a él también para que el Ciclón pueda volver a incorporar.
De este modo, si la dirigencia de San Lorenzo todavía piensa en sumar a Iker Muniain, algo que dentro del club todavía no descartan, deberá pagar sí o sí los más de 400 mil dólares para que el volante español de 31 años quede habilitado para jugar.