A excepción de un período corto de paz en el que se ilusionó con competir en la Copa Libertadores, se terminó un 2024 nefasto para San Lorenzo. Con líos internos graves que se trasladaron a la cancha, con un equipo al que ni siquiera le alcanzó la experiencia de Miguel Ángel Russo para apaciguar en la recta final.
Con la durísima derrota ante Tigre en el cierre del año, la despedida con silbidos y la bronca generalizada, el plantel del Ciclón salió de vacaciones y quedó definido que la vuelta al trabajo será el jueves 2 de enero, ya de un 2025 en el que será el único grande que no participará en ninguna copa internacional.
Los primeros días de la pretemporada serán en Buenos Aires, aunque todavía no está confirmada la sede: arrancarán los ejercicios en la Ciudad Deportiva, pero está la posibilidad (o al menos eso espera el cuerpo técnico) de trasladar al plantel a algún predio en las afueras para preparar la parte más exigente.
Después de eso, la delegación partirá hacia Montevideo, Uruguay, donde volverá a disputar la Serie Río de La Plata y jugará, en principio, tres partidos amistosos. Los rivales todavía no están oficialmente confirmados, aunque podrían ser Independiente del Valle (Ecuador), Colo Colo o Universidad Católica (Chile) y Nacional (Uruguay).
Antes de todo esto, la duda de saber si Russo seguirá al frente del equipo pese a que desde el club manifiestan que su continuidad está asegurada. San Lorenzo se despide hasta el año que viene: volverá con varias bajas, seguramente con caras nuevas y con el objetivo de empezar a repuntar después de 12 meses para el olvido.