Detrás de las prioridades que encara San Lorenzo, con la depuración del plantel y las gestiones que asoman para conseguir refuerzos, los directivos también están abocados en darle una solución a los jugadores del club cuyos préstamos finalizaron el 31 de diciembre y tuvieron que regresar a Boedo porque tienen contratos vigente.
Solo dos de ellos (Agustín Lamosa y Ezequiel Herrera) fueron tenidos en cuenta por Miguel Ángel Russo y están trabajando bajo sus órdenes en Cardales. Del resto, algunos se terminaron yendo, ya sea porque se quedaron libres o fueron prestados, y otros se están entrenando en la Ciudad Deportiva a la espera de conseguir otro destino.
A la lista la componen Francisco Flores, Máximo Masino (defensores), Julián Palacios, Juan Ignacio Goyeneche, Ignacio Vallejos, Renzo Uriburu (mediocampistas) y Ezequiel Aranda (delantero).
A Flores se le terminó el segundo préstamo en Atlético Tucumán, donde en 2024 jugó mucho en el primer semestre y casi nada en el segundo, al punto de dejar de ser convocado porque no entraba en los planes de Sava. El otro defensor que integra la nómina es Masino, que volvió de San Martín de San Juan luego de apenas 9 partidos en el año.
Por otro lado, a Palacios se le terminó la cesión en Asteras Trípolis de Grecia tras 22 encuentros y está tratando de resolver su salida. En tal caso, Unión de Santa Fe podría ser su destino. Vallejos, también terminó su estadía en Estudiantes de Buenos Aires, donde tuvo 36 presencias y convirtió dos goles.
Los tres jugadores restantes fueron cedidos a Sportivo Italiano. Goyeneche es el que más jugó, con 41 partidos y dos tantos, y después le siguieron Uriburu y Aranda, ambos con 32 encuentros disputados y dos goles. El punta es otro que tiene chances de emigrar en breve, ya que al igual que Lautaro López Kaleniuk y Alexis Sabella podría irse a Atlanta.