Detrás de cada estrella en el escudo, hay una historia que se transforma en leyenda. Y el San Lorenzo campeón del ’95 no fue la excepción. Ese equipo dejó una marca imborrable en el corazón azulgrana. Y este miércoles, a 30 años de aquella gesta inolvidable, Boedo volvió a vibrar con los nombres que cortaron una sequía de 21 años sin vueltas olímpicas.
Fue el Clausura de 1995. Fue Rosario. Fue el gol del Gallego González. Fue la locura contenida de un pueblo que necesitaba volver a abrazarse con la gloria. Y fue, sobre todo, el equipo del Bambino Veira. Porque el Bambino no sólo dirigía: transmitía, contagiaba, convencía. Y por eso el club le rindió un homenaje a la altura de su historia, junto a buena parte de aquellos campeones que pusieron de pie a San Lorenzo.
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El agasajo tuvo lugar en el Polideportivo Roberto Pando, el pleno corazón de Boedo. Por ahí anduvieron el Gallego, Ruggeri, Oscar Passet, el Conde Galetto, el Perro Arbarello, el Pampa Biaggio, Paulo Silas, el Diablo Monserrat, Ortega Sánchez, Gustavo Quinteros, Carlos Netto, el Ruso Manusovich y tantos más, con sus canas, sus anécdotas y ese brillo intacto en los ojos.
Uno a uno fueron subiendo al escenario. Contaron historias, se emocionaron, agradecieron. Y entre recuerdos, risas y aplausos, se construyó una noche mágica que unió generaciones. La ovación al Bambino fue atronadora. Porque su figura está tatuada en la memoria colectiva del Ciclón. Y porque, como él mismo dijo sobre ese lazo que no se corta nunca: “Parece que uno se va, pero no se va nunca de San Lorenzo. Yo vine acá a los 10 años, tomaba el tranvía 8 para venir. Así que imagínense cuántos años. Un enorme abrazo, de corazón.”
Los campeones levantan otra vez la Copa Eterna 🏆💙❤️ pic.twitter.com/WHHx9O0BiV
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El broche musical lo puso La Mosca, con Guillermo Novellis —fanático de San Lorenzo— saltando como un hincha más. Fue el cierre perfecto para una jornada cargada de emociones, donde los campeones del ‘95 volvieron a sentirse jugadores, y los hinchas, campeones otra vez.
Treinta años después, San Lorenzo no se olvidó. Y Boedo, una vez más, se vistió de fiesta.
Ho visto Paulo Silas 😍🇧🇷 pic.twitter.com/wc29rlCLHI
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