San Lorenzo dejó pasar una chance clara de sumar tres puntos en casa. El empate sin goles frente a Gimnasia dejó un sabor amargo, no solo por el resultado sino también por una jugada puntual en el final del partido. El árbitro Nicolás Lamolina y el VAR a cargo de Salomé Di Iorio omitieron una clara mano en el área, lo que desató el enojo de los jugadores y del cuerpo técnico azulgrana.
La jugada polémica llegó en tiempo de descuento, cuando Agustín Ladstatter conectó un zurdazo buscando el segundo palo. El remate llevaba dirección de arco, pero la pelota impactó de lleno en el antebrazo derecho extendido de Silva, que estaba despegado del cuerpo. Era penal. Lamolina estaba bien ubicado, pero increíblemente no sancionó la falta. Desde el VAR, tampoco corrigieron.
Luego del partido, Damián Ayude se refirió con claridad a la jugada que pudo haber cambiado el destino del encuentro. “Para nosotros fue mano, creo que abre bastante la mano de su cuerpo, pero bueno no lo cobraron, no lo consideraron… hay que seguir”, expresó el entrenador, que mantuvo la calma pese a la bronca que generó la omisión del penal.
Pero Ayude no se quedó solo en la polémica. También explicó por qué considera que el fallo fue determinante: “El penal hubiera sido una situación manifiesta de gol, es importante que si lo generás, te lo cobren”, señaló, aunque aclaró que para él “no me pareció que el árbitro haya tenido injerencia total en el partido”, buscando no poner toda la responsabilidad en el juez.
Por último, el DT rescató la actitud de sus dirigidos, que volvieron a mostrar intensidad y protagonismo, algo que viene marcando desde el arranque del torneo. “Me voy dolido porque merecimos más, generamos siete u ocho situaciones. Me parece injusto hablar del árbitro cuando los chicos jugaron con una intensidad bárbara”, cerró Ayude, destacando el rendimiento colectivo por encima de la bronca.
Más de Ayude
“Hoy fue, de los tres partidos, nuestra mejor producción. Ojalá que eso se sostenga. Es difícil, pero vamos a intentarlo. También hay que ser criterioso con los rivales porque hay mérito de ellos. Entiendo la ansiedad de la gente, pero a veces hay que saber buscar los momentos”.
“No somos ajenos a todo lo que pasa en el club. Aunque no quieras escucharlo, por algún lado te llega. Pero la virtud máxima de los muchachos es cómo son como profesionales. Son un grupo increíble, se quieren mucho y se protegen. Saben que vamos a tener que trabajar mucho y que nos va a costar, pero están 100% enfocados acá”.
“Me manifiestan que la gente se siente identificada con este juego y eso me hace sentir orgulloso. No solo por mí, sino por el cuerpo técnico y los futbolistas. Les agradezco a los hinchas y les digo que trabajamos todos los días para que eso suceda”.
