No estaba en los planes. Ni siquiera aparecía en las listas de alternativas para reforzar un plantel diezmado y con poco margen de maniobra en este mercado de pases. Sin embargo, en medio de un escenario con más dudas que certezas, Diego Herazo vuelve a San Lorenzo y será tenido en cuenta por Damián Ayude.
El delantero colombiano había sido cedido a préstamo a Nacional de Montevideo a mediados del año pasado. En Uruguay, el Bolso quiso retenerlo, pero no estaba dispuesto a pagar la opción de compra de 1.6 millones de dólares y como ya sabían que no se iba a quedar, lo liberaron antes que que finalice su contrato (el 31 de julio) y ya se prepara para sumarse al Ciclón, donde tiene vínculo vigente hasta fines de 2026.
Lo llamativo es que su futuro parecía lejos de Boedo. Se especulaba con que sería negociado nuevamente, incluso con que buscarían ubicarlo en otro destino del exterior. Pero la falta de variantes ofensivas y la necesidad de sumar alternativas para un equipo corto, llevaron a Ayude a tomar una decisión: sumarlo al plantel profesional y evaluarlo para ver si le da chances en esta segunda parte del año.
El paso de Herazo por San Lorenzo
Herazo arribó a principios de 2024, proveniente de Deportes Tolima, y San Lorenzo desembolsó por él un millón de dólares por el 100% de su pase. A menos de 48 horas de pisar suelo argentino, tuvo la oportunidad de hacer su debut ante Estudiantes, mostrando un buen desempaño, y al fin de semana siguiente, ante Tigre, convirtió su único gol con la azulgrana.
Ese mismo día, ante el Matador, no bajó su apellido de las tribunas sino un “Lu-kaaaa- ku, Lu- kaaaa-ku”, apodó con el que se lo bautizó por el parecido físico al delantero belga. Después, claro, su nivel bajó considerablemente y si bien jugó 22 partidos en Boedo, sumó apenas 4 como titular con 698 minutos en cancha.
Ahora, en un plantel que necesita variantes urgentes, Herazo vuelve a tener una chance en el primer equipo. Y ahora, depende de él aprovecharla.
