San Lorenzo vive horas de máxima tensión. Después del aval del Tribunal de Ética de la AFA que habilitó a Marcelo Moretti a seguir formando parte del Comité Ejecutivo, el presidente en uso de licencia intentó este lunes dar un paso más: se presentó en la sede de Avenida La Plata, en Boedo, acompañado por un escribano.
La aparición de Moretti sorprendió a la dirigencia y a los empleados de la institución. Según pudo saberse, el dirigente llegó a la sede con un escribano para dejar constancia de la situación, en lo que se interpretó como un primer movimiento para tantear su regreso. Sin embargo, no pudo ingresar al no haber ningún directivo presente.
El paso previo a la vuelta
De acuerdo a lo establecido, Moretti debe primero oficializar por correo electrónico el fin de su licencia para volver a ocupar el cargo. Esa notificación todavía no llegó. El movimiento de esta mañana fue leído como un anticipo, aunque del lado del presidente en licencia afirman que fueron para “certificar cuestiones que sirven para lo judicial”, según explicaron en La Cicloneta.
El respaldo de la AFA
El intento de retorno ocurre días después de que la AFA, a través de su Tribunal de Ética, resolviera que no hay sanción alguna para Moretti y que está habilitado para ejercer su rol como dirigente. Aunque la justicia ordinaria aún no se expidió por el caso de los sobornos que salieron a la luz en los videos, desde Viamonte le dieron luz verde al dirigente.
La incógnita de la Comisión Directiva
La gran pregunta ahora pasa por la reacción de la Comisión Directiva. Julio Lopardo deslizó que evalúa renunciar si Moretti vuelve, mientras que Martín Cigna avisó que no será secretario bajo su conducción, aunque no habló de dejar su cargo en la CD. La mayoría, sin embargo, se mantiene aferrada a su silla.
Expectativa máxima en Boedo
El regreso de Moretti no es oficial, pero con el respaldo de la AFA y sus primeros movimientos para tantear el terreno, la vuelta parece más cercana que nunca. Todo dependerá de los próximos pasos: el envío del mail que certifique el fin de la licencia y, sobre todo, la reacción de una dirigencia dividida y de una hinchada que ya expresó su rechazo masivo.