Iker Muniain se despidió oficialmente del Ciclón. Lo hizo este viernes, en una conferencia de prensa brindada en el Pedro Bidegain, donde comunicó no continuará en el club. “Me despido de San Lorenzo, de todos los hinchas, de mis compañeros. Viví 10 meses realmente maravillosos”, comenzó diciendo, visiblemente emocionado.
Confirmó que la decisión de irse fue estrictamente personal: “Cuando llegué sabía que lo más difícil iba a ser estar lejos de mis hijos. Cualquiera que sea padre va a entender lo que digo. Aunque fue duro, siempre intenté dar lo mejor de mí”. Después, remarcó que “por primera vez en mi carrera que estoy analizando la posibilidad del retiro” y que el contexto del club no lo empujó a irse: “Cuantos más problemas había, más ganas tenía de quedarme para ayudar y darle vuelta”.
Durante su despedida, Muniain se mostró profundamente agradecido. “Me llevo el cariño de cada hincha, el corazón de mis compañeros, el aguante en los momentos malos y la pasión con la que viven este club. Viví situaciones conmovedoras que guardaré para siempre dentro de mí”, expresó. También destacó su rápida adaptación: “Desde el primer momento intenté representar al club con responsabilidad y sentido de pertenencia”.
Una de sus frases más celebradas fue sobre el vínculo que generó con la institución: “San Lorenzo es adictivo. Una vez que te metés, no lo podés soltar más”. A eso sumó un mensaje para el nuevo DT, Damián Ayude: “Viene de hacer las cosas muy bien con la Reserva. Está preparado, tiene conceptos que pueden venirle bien al equipo. Le pido a la gente que tenga paciencia y los apoye como siempre”.
Finalmente, dejó la puerta abierta para el futuro y un mensaje que emocionó a todos: “Me estoy preparando para ser entrenador y me encantaría, en algún momento, dirigir a San Lorenzo y que su gente se sienta orgullosa de ese equipo”. Y cerró en modo hincha: “AGUANTE SAN LORENZO. VOLVERÉ”.