Llegó como el primer refuerzo del mercado como una apuesta dirigencial. En ese entonces, se sumó a préstamo desde Everton de Chile, estuvo apenas un mes en Boedo, pero jamás fue considerado por Rubén Insúa y rescindió su contrato. “La verdad, me sentí menospreciado“. Así, con esas pocas palabras, definió Alex Ibacache su corta estadía por San Lorenzo.
“Antes de irme de Everton, me comentaron que el cuerpo técnico me quería. Pero, al llegar, me di cuenta que no era tan así. Lógicamente, en mi puesto estaba Malcom Braida, un gran jugador que era titular. El tema es que nunca se me evaluó, ni siquiera en los amistosos jugué“, comentó en diálogo con En Cancha el lateral izquierdo, que ahora está jugando en Belgrano de Córdoba.
Incluso aseguró que jamás cruzó palabra alguna con Rubén Insúa, quien cada vez que fue consultado por su situación afirmaba que aún no estaba apto físicamente para poder jugar. “Mi diálogo era siempre con Fabián García (el ayudante técnico del DT), pero ellos decían que no querían ponerme por riesgo de que me lesione. Yo estaba bien, me sentía para jugar“, agregó.
Al mismo tiempo, afirmó que desde el momento que se fue a Chile, en San Lorenzo ya estaban al tanto de todo. “Hablé con Caruzzo (Matías, el manager) y le dije que iba a rescindir. En todos lados se dijo que yo me había tomado unos días de licencia por temas personales, pero siempre fui claro y les manifesté que no volvía“, dijo Ibacache.
Y cerró hablando del partido benéfico que jugó en Viña del Mar todavía siendo futbolista del Ciclón: “Entiendo que el club haya querido resguardarse, pero yo les dije que nunca me esperaran porque no iba a volver. Eso no quita que fue un error ir a ese partido benéfico porque aún tenía contrato con San Lorenzo. La gente piensa que me echaron por jugar ese partido, pero no fue así”.