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San Lorenzo ganó y sigue con vida en la Copa

San Lorenzo, que jugó todo el segundo tiempo con uno menos por la roja a Salazar, le ganó 3-1 a Atlético Tucumán por 3-1 con goles de Angel Romero, de penal, Uvita Fernández, la gran figura del equipo, y Ramírez.

Si San Lorenzo ganó el primer tiempo fue claramente por esa jugada que armó Alexander Díaz. El juvenil aguantó con la insistencia de siempre y Cabral lo cruzó en el área. Penal para San Lorenzo que, esta vez, ejecutó bien Angel Romero para cambiarlo por gol. Con el 1-0, parecía que el equipo de Soso se iba a animar a más. Tuvo el segundo después de otra buena participación del Tanque, pero Oscar definió de derecha y desviado.

Después arrancó otra historia. El Ciclón se replegó bien atrás y el Decano fue más. Mucho más. Porque le sacudió el arco a un Monetti que estuvo impreciso en la salida pero bien bajo los tres palos y respondió bien. Una, dos, tres, cuatro y hasta cinco veces. Primero fue Heredia, luego Aguirre de cabeza, más tarde dos veces Toledo y por último Acosta, que reventó el travesaño.

Sobre el final de esa etapa, después de acusar la supremacía del equipo de Zielinski, San Lorenzo lo tuvo por triplicado. Gattoni falló un mano a mano ante Luchetti y, en esa misma jugada, Angel le metió una linda rosca que pasó rozando el palo izquierdo del Laucha. Después Oscar, otra vez, disparó de derecha para una buena estirada del arquero. Eso sí, en la última Monetti tuvo que volver a aparecer para ahogarle otro cabezazo a Toledo, que ganó todo lo que le tiraron por arriba.

El Decano se vio obligado a ir por el empate en el segundo tiempo y en un par de minutos le complicó la vida a San Lorenzo. Primero porque Víctor Salazar se pasó de revoluciones, sacudió a Toledo y se fue a las duchas luego de la doble amarrilla bien sacada por Echavarría. Y en esa misma jugada, los tucumanos volvieron a ganar por arriba para empatar las acciones. Fue Heredia, que ganó en el fondo y la colocó bien lejos del alcance del Mono.

Para reacomodar la defensa, Soso sacó al juvenil Sabella para hacerlo debutar a Francisco Flores y rearmar la defensa. Con el hombre de más, Atlético siguió insistiendo aunque si llegar a complicar el arco azulgrana. Después, el DT metió a Uvita Fernández, que volvió a jugar después de una rotura de ligamentos, y mandó al banco a Oscar, que tuvo poca participación en el juego.

La gran noticia para San Lorenzo fue que el ex Defensa y Justicia entró enchufadísimo. Con su velocidad, complicó a la defensa del Decano, le dejó servido un gol a Alexander Díaz, que antes había fallado un mano a mano, y después, encima, metió un tremendo zurdazo cruzado para el segundo azulgrana. Fue su primer gol desde que llegó a Boedo, en seis partidos disputados.

Con la obligación de irlo a buscar, los locales volvieron a llenar de centros el área del Ciclón, que se replegó buscando la contra y, en una de esas, una enorme pared entre Ramírez y Uvita terminó con Luchetti desparramado y el volante convirtiendo el tercero para liquidar el partido.