Ya es oficial. Después de días de espera, San Lorenzo confirmó a Damián Ayude como nuevo director técnico del primer equipo, en reemplazo de Miguel Ángel Russo. Y tras la publicación del anuncio, el flamante entrenador azulgrana dio sus primeras declaraciones como conductor de un plantel profesional.
“Estoy muy contento. Estaba esperando esta oportunidad hace mucho tiempo”, expresó en diálogo con TyC Sports. “Que llegue en este momento de mi carrera y en este club tan importante me da muchas ganas”, agregó el ex técnico de la Reserva, que tendrá su debut el 1° de julio ante Quilmes, por Copa Argentina.
Ayude sabe que el contexto no es el ideal. San Lorenzo acumula inhibiciones por levantar y tiene serios problemas financieros. “No somos ajenos a que el club va a tener que vender para sanear varios temas económicos. El plan es que muchos chicos tengan la oportunidad, que puedan sostenerse y perfilar un estilo de futbolista para San Lorenzo que le dé alegrías a la gente”, señaló el DT, dejando clara su apuesta por el semillero.
Además, el flamante entrenador no esquivó la presión ni la exigencia que implica el cargo: “San Lorenzo es muy grande. Las obligaciones las tenemos, no vamos a quitar los pies del plato. Somos el último semifinalista y tenemos una gran responsabilidad. Vamos a trabajar arduamente para ser competitivos y lograr cosas lindas para la gente”, afirmó con firmeza.
En esa línea, fue sincero con lo que se viene: “Los hinchas saben la situación del club. Esperemos que la gente nos acompañe”. A sabiendas de que el panorama será complejo y que gran parte del plantel podría sufrir bajas, Ayude entiende que su desafío excede lo futbolístico.
Por último, dejó una definición que también marca su estilo: “Tengo un perfil muy bajo. No soy de hablar con los dirigentes. No hablé con Moretti últimamente, estaba abocado a la Reserva”. En medio de una crisis institucional, su bajo perfil y su trabajo en silencio aparecen como virtudes necesarias para un equipo que necesita orden, identidad y rumbo.