En medio del gran presente del equipo, Augusto Batalla se permitió relajarse un poco y hablar de todo en una entrevista con Paren la mano, de radio Vorterix. En la charla, no solo habló de sus experiencias en la vida sino también de fútbol y, obviamente, del San Lorenzo de Almagro de Rubén Darío Insúa.
“Estamos en un buen momento, no solamente este año sino el año pasado. Desde la llegada de Rubén mejoramos un montón, hay un super buen grupo, que eso es fundamental para el día a día“, comentó el arquero de 26 años, quien se ganó la titularidad y regresará el sábado contra Vélez tras quedarse afuera del partido con Platense por un problema estomacal.
Para graficar su estancia de felicidad en Boedo, Batalla también habló de esa ausencia: “El otro día jugamos a la 11 de la mañana, yo estaba muerto porque me había agarrado un virus. Me quedé al costadito, con frío a pesar que no hacía para bancar a los pibes y cuando salieron a la cancha, explotó. Y digo ‘cómo no estoy ahí’. Si cincuenta mil personas no genera nada…”.
¿Cuál es la clave de este momento? “En San Lorenzo nos pasa algo privilegiado: tenemos un grupo de pibes con un hambre impresionante y eso es clave porque los que llevan la batuta de la energía son los más jóvenes. Son los que a vos, como más grande, te meten el dedo en la yaga. Vos decís ´este corre a 35 km por hora y yo voy a 20 y parezco una tortuga. Eso te despierta, te mueve”, comentó.
Después, como varios otros futbolistas del plantel, elogió el trabajo y las formas del Gallego para llegar a alentador presente: “Vino una persona que tiene una espalda enorme en el club, que lo conoce un montón y nos transmitió esa tranquilidad a nosotros. Lo fundamental ahí es un poco de calma. Cuando las cosas no se dan empieza a haber un barullo más grande que es insoportable y es importante ver que el equipo puede”.