En los primeros 45 minutos San Lorenzo fue de menor a mayor. Boca tuvo la posesión de arranque, pero la tenencia fue inocua ya que no logró profundizar para generar situaciones claras de gol. Sí contó con dos tiros libres que desperdició Edwin Cardona, pero Sebastián Torrico fue un espectador de lujo que prácticamente no tuvo intervenciones.
Promediando esa primera mitad el equipo de Montero se mostró más ordenado, más equilibrado. Para ello, fue vital la participación de Oscar Romer. No solo para ayudar a Néstor Ortigoza en la organización, sino también para ayudar en la marca (presión sobre la salida del Xeneize) y darle garantías al ataque azulgrana, repartiendo hacia el sacrificio de Angel y Nicolás Fernández.
Justamente por una presión de Uvita, el ex Defensa y Justicia le rompió el palo a Lastra luego de una asistencia de Oscar. Más tarde, la genialidad de Angel, que metió pisada y centro sobre la raya al segundo palo, hizo que Peruzzi solo tenga que poner la cabeza en cumplir con la ley del ex. Con la ventaja, el CASLA fue más y terminó cómodo.
Si el panorama para San Lorenzo ya se le hacía bastante favorable, porque Boca prácticamente no inquietaba, ni que hablar después del penal que Ortigoza cambió por gol en la primera del complemento: le pegó bien esquinado al palo izquierdo del arquero juvenil del local, que se había llevado puesto a Julián Palacios a 36 segundos para que Echenique cobrara el inevitable foul.
Con el 2-0 el conjunto de Montero ganó en seguridad y dejó que corra el tiempo. Le cedió la pelota a los juveniles del Xeneize, que movieron la pelota de lado a lado y Torrico solo tuvo un llamado de atención cuando tras una pérdida de Oscar en la salida Bodenser la quiso colocar y la mandó por arriba del travesaño.
San Lorenzo hizo los deberes y se impuso en La Bombonera. Como marca su historia. Fue eficaz, contundente y terminó jugando con simpleza. Pero más allá de todo eso, encontró resultados y por ahora es puntero. Ahora, el desafío será mantenerlo y sostener la confianza le está generando la llegada del nuevo cuerpo técnico.