La historia entre Miguel Ángel Russo y San Lorenzo terminó hace apenas unos días, pero su salida ya podría generar un nuevo dolor de cabeza en Boedo. Es que el flamante entrenador de Boca tiene en la mira a Malcom Braida, una de las piezas más importantes que dirigió en su paso por el Ciclón, y todo indica que el club de la Ribera se prepara para avanzar por él en breve.
Según adelantó el periodista César Luis Merlo, especializado en transferencias, Russo ya le pidió a Juan Román Riquelme el fichaje del futbolista azulgrana, a quien considera clave por su polifuncionalidad, regularidad y conocimiento del estilo que pretende implementar en su nuevo ciclo en el Xeneize. En Boca aceleraron y estarían decididos a ejecutar su cláusula de salida para tenerlo de cara al Mundial de Clubes que arranca a mediados de junio.
Braida, que llegó al club como extremo, terminó jugando como lateral izquierdo y también como volante por afuera, siempre manteniendo un nivel parejo y compromiso con la camiseta. Su crecimiento en los últimos torneos lo convirtió en uno de los referentes del plantel y hasta portó la cinta de capitán ante la ausencia de Iker Muniain, pero también en una pieza codiciada en el mercado.
✍️ Malcom Braida renovó, junto al presidente Marcelo Moretti y al encargado de fútbol profesional, Néstor Ortigoza, su vínculo con el club hasta diciembre de 2026.
— San Lorenzo (@SanLorenzo) June 19, 2024
¡Felices de que sigas en casa, Malcom, y vamos por más! 🙌 pic.twitter.com/bClzO8Gu0H
La clave está en los números: cuando renovó hace un año su contrato con San Lorenzo, el cordobés acordó con la dirigencia una cláusula de rescisión de apenas 1.200.000 dólares, una cifra accesible para Boca. Por eso, el Xeneize avanzaría sin mediar negociación directa con el Ciclón, algo que podría generar una fuerte reacción institucional en Boedo.
En San Lorenzo son conscientes de este escenario. La posible partida de Braida, que aún tiene vínculo vigente hasta diciembre de 2026, se daría en un contexto muy delicado para el club, con crisis política, deudas e inhibiciones. Y que se sume ahora el interés del eterno rival por una de sus figuras no hace más que profundizar las preocupaciones.