La mochila es muy pesada. La dirigencia de San Lorenzo, encabezada por Marcelo Moretti, recibió una herencia que está condicionando la conformación del plantel de cara al 2024. Y en las últimas horas, encima, cayó otra pésima noticia: el Ciclón recibió una inhibición más por deudas impagas y ya suma dos desde la asunción de la nueva Comisión Directiva.
Esta vez se trata de un nuevo reclamo del Monterrey de México por el pase de Adam Bareiro que nunca se terminó de pagar. Los mexicanos, que el mercado pasado ya fueron a la FIFA, volvieron a recurrir a la casa madre del fútbol mundial porque San Lorenzo no cumplió con lo pautado con un plan de pagos que arregló hace apenas seis meses.
A saber: el club anunció la compra del delantero paraguayo a fines de 2022 por dos millones de dólares y lo que reclama Monterrey es que todavía hay una cuota impaga de u$s 600.000 que corresponde al último acuerdo entre clubes. Así, a la dirigencia se le acumula otra deuda más que deberá levantar en los próximos días.
Y también está la deuda de Gordillo
Cabe recordar que el Ciclón ya se encuentra impedido de traer refuerzos a causa de otra deuda: ya existe una sentencia firme desde FIFA por el reclamo de Yeison Gordillo, al que la institución le debe un millón y medio de dólares. Para traer refuerzos, San Lorenzo primero va a tener que pagar alrededor de u$s 2.100.000
