Después de quedar otra vez inhibido en la FIFA por un incumplimiento de pago con el colombiano Cristian Zapata, otra noticia cayó como una bomba y sacude con fuerza los cimientos de la institución. San Lorenzo fue embargado por Ignacio Piatti a raíz de una deuda enorme que se mantiene por rescindirle unilateralmente el contrato en plena pandemia.
¿Cómo se llegó a este punto? A principios de 2020, el futbolista había regresado a Boedo de la mano de Marcelo Tinelli y firmó un contrato por dos años, con un incremento de salario en el segundo. Pero tras jugar apenas un puñado de partidos, el club decidió prescindir de sus servicios y enviarle un telegrama de despido sobre finales de diciembre.
En el vínculo existía cláusula gatillo con una indemnización de 850 mil dólares que el Ciclón sabía que tenía que afrontar. Sin embargo, Piatti reclamó la doble indemnización amparándose en la ley de despidos injustificados por el contexto del Covid y además pidió que se le pague la totalidad del contrato.
Tras varios años de disputa legal, San Lorenzo recibió un revés de la Justicia en septiembre del año pasado. La liquidación final era de 4.369.889,11 de dólares, pero como el club ya le había pagado alrededor de u$s 950.000 en todo este tiempo, la cifra que tenía que abonarle ascendía a los 2.7 millones de dólares, más gastos, intereses y multas.
El problema fue que la dirigencia fue a la Corte Suprema, que sería la última instancia legal tras perder en las instancia previa, pero Piatti se adelantó y habría decidido embargar la sede de Avenida La Plata. Según indicó el periodista Germán García Grova, ya se están tramitando los permisos y todo el papeleo para el remate judicial.
