San Lorenzo se despidió de la Copa Argentina con una derrota por 1-0 frente a Tigre en los octavos de final. Pero más allá del resultad, en el Ciclón quedó mucha bronca por varios motivos, empezando por la expulsión de Alexis Cuello, que condicionó todo el segundo tiempo del partido en la cancha de Deportivo Morón.
Una roja que cambió el partido
El delantero fue amonestado por primera vez a los 39 minutos del primer tiempo tras una infracción leve cerca de la mitad de la cancha, con el rival de espaldas. Yael Falcón Pérez interpretó acumulación de faltas y sacó la tarjeta. Pero lo que generó la mayor polémica llegó en el descuento, a los 47′: Cuello se tiró fuerte desde atrás contra Saralegui, el mismo jugador de la acción anterior, y el árbitro le mostró la segunda amarilla.
Si bien Cuello no protestó y hasta se disculpó con Damián Ayude cuando se retiró del campo (según la transmisión oficial), con el correr de los minutos las imágenes de la TV comenzaron a poner en duda la decisión. En las repeticiones se ve que la entrada fue imprudente, pero no parece suficiente para una nueva amonestación. Por eso, tanto el entrenador como varios futbolistas y Cuello, ahora sí, le reclamaron al árbitro antes de irse al vestuario.
Más reclamos extrafutbolísticos
Además de la expulsión, hubo otros detalles que encendieron el malestar en Boedo. Desde el club aseguran que en una reunión con la Aprevide les habían garantizado el uso del vestuario local en la cancha de Morón, pero al llegar este sábado los mandaron al vestuario visitante, generando incomodidad en la previa.
También hubo quejas por las dimensiones del campo de juego, visiblemente reducido. Las líneas laterales estaban modificadas, más adentro que lo habitual. En Boedo sospechan que Tigre habría solicitado que se achique la cancha. Desde Morón lo negaron y dijeron que es una disposición del cuerpo técnico local para todos los partidos.
Todo San Lorenzo lo sintió como una maniobra contra el equipo, en medio del clima interno de siempre: una dirigencia totalmente ausente y una AFA que, pese a que algunos siguen intentando defender, siempre lo tiene en la mira.
