La derrota ante Tigre por la Copa Argentina fue un golpe duro. San Lorenzo quedó eliminado en los octavos de final y se fue del estadio con bronca, fastidio y muchas quejas. Pero no hay tiempo para lamentos. El calendario aprieta y el próximo compromiso llega rápido: este jueves a las 19 horas enfrentará a Vélez en el Nuevo Gasómetro por la cuarta fecha del Torneo Clausura.
Con ese foco, el plantel azulgrana volvió a los entrenamientos este domingo por la mañana en la Ciudad Deportiva. La jornada post partido tuvo, como es habitual, trabajos regenerativos para los jugadores que sumaron más minutos ante Tigre. El resto del grupo realizó tareas con mayor exigencia, incluyendo fútbol reducido y ejercicios técnicos.
Las próximas prácticas estarán centradas en la recuperación de Nicolás Tripichio, quien se perdió el partido de Copa por una sinovitis en la rodilla izquierda. El mediocampista es titular indiscutido y una pieza clave en el esquema de Damián Ayude, que espera poder contar con él para el duelo ante el Fortín.
Por otro lado, crecen las dudas sobre posibles modificaciones, especialmente en el ataque, donde San Lorenzo viene mostrando dificultades claras. El equipo apenas convirtió goles en uno de los cinco partidos oficiales que disputó este semestre: el debut del campeonato ante Talleres (uno de Alexis Cuello y el otro en contra). Y eso, claramente, es una señal de preocupación.
Quedarán solo tres prácticas para que el entrenador termine de definir la formación. En Boedo esperan que el equipo se recupere desde lo anímico y futbolístico, con el objetivo de sumar en casa, acomodarse en la zona de clasificación a los playoffs y, sobre todo, sumar para entrar a las copas en 2026.
