Damián Ayude está a punto de convertirse en el nuevo entrenador de San Lorenzo tras la salida de Miguel Ángel Russo. El DT, que venía trabajando en la Reserva, será promovido al primer equipo en las próximas horas. Aún restan detalles de su contrato y la confirmación oficial, pero su llegada reactiva un patrón que en Boedo se viene repitiendo con frecuencia: apostar por técnicos de la casa.
Ayude no es el primero en transitar este camino. En los últimos años, Claudio Biaggio, Diego Monarriz y Leandro Romagnoli también dieron el salto desde las inferiores a la Primera, con resultados dispares que vale la pena repasar.
Claudio Biaggio: el pionero de la tendencia
El “Pampa” asumió tras la salida de Diego Aguirre a fines de 2017, luego de ser campeón en la Reserva. Comenzó con buenos resultados y quedó tercero en la Superliga 2017/18. Para la segunda mitad del 2018 le sacaron piezas clave y su ciclo se fue desdibujando: terminó con una dura eliminación ante Temperley por penales en los cuartos de final de la Copa Argentina. Cerró su etapa con 43 partidos dirigidos, 20 victorias, 11 empates y 12 derrotas.
Diego Monarriz: poco margen y despedida rápida
Confirmado como DT principal a fines de 2019 en reemplazo de Juan Antonio Pizzi, Monarriz venía de un buen recorrido en la cantera. Sin embargo, casi la misma historia. Tras algunos buenos resultados, fue ratificado por Tinelli como DT principal y en Primera no logró afirmarse: apenas dirigió 10 partidos, con 4 triunfos, 2 empates y 4 derrotas. Se fue tras perder en el Nuevo Gasómetro con Racing.
Leandro Romagnoli: el último en intentarlo
El “Pipi” asumió en abril de 2024, luego de la salida de Rubén Darío Insúa. Su ciclo generó expectativa porque clasificó al equipo a los octavos de final de la Libertadores cuando parecía que iba a ser imposible. Pero la cosa cambió: afuera de la Copa tras la serie con Atlético Mineiro, todo se hizo cuesta arriba. Tras una derrota con Atlético Tucumán ofreció su renuncia, aunque no fue aceptada. Dos meses después, dejó el cargo tras un insólito empate con Godoy Cruz, recordado por el penal errado de Fydriszewski. Su ciclo duró 25 partidos, con 7 victorias, 8 empates y 10 derrotas.