San Lorenzo volvió a entrenarse este domingo después de otra floja actuación en la Copa de la Liga. Lo hizo inmediatamente después del decepcionante empate sin goles contra Huracán porque se tiene que meter de lleno en el debut de la Copa Argentina ante Independiente de Chivilcoy, el próximo miércoles por la noche en la cancha de Quilmes.
El Ciclón tendrá dos días más para trabajar con el objetivo de arrancar con el pie derecho en una nueva competencia a la que Rubén Insua le da vital importancia y, sobre todo, para tratar de mejorar el nivel que le está faltando durante todo este 2024. Tan bajo es el año de este equipo que en el torneo lleva apenas un triunfo, cuatro empates y dos derrotas, ubicándose en el noveno puesto de la Zona B a 5 unidades del último que clasifica a la siguiente fase.
Toca lo menos posible
Para volver a conseguir una victoria después del clásico de barrio y empezar la remontada, el Gallego decidió no rotar como lo hicieron otros equipos en sus debuts de la Copa Argentina. La idea sigue siendo mantener la base que viene jugando con algún que otro retoque en caso de que alguno de sus futbolistas no estén en condiciones físicas de poder afrontar el partido.
“No pensamos en una rotación y menos en el inicio del año“, dijo de manera contundente luego del partido en Parque Patricios. Entonces, más allá de otra actuación que dejó muchísimo por revisar, o al menos eso fue lo que ven los hinchas en su gran mayoría, según el DT no habrá que esperar demasiadas modificaciones en el 11 para medirse contra el elenco del Federal A.
A saber: para armar el equipo el entrenador evaluará en el inicio de la semana al Perrito Barrios y Malcom Braida, que fueron los únicos que terminaron golpeados ante el Globo. Nada serio, parecería que van a llegar sin problemas. Y, por otro lado, la idea es que vuelva a estar concentrado Cristian Ferreira, quien a partir de este lunes comenzaría a entrenar a la par del grupo luego de superar una lesión muscular.