Se repite la historia. Apenas seis días después de que Carlos Sánchez confirmara públicamente que Juan Bizans era uno de los futbolistas que interesaban en San Lorenzo, al extremo se lo quedó Huracán. El Globo llegó a un acuerdo con Banfield por la transferencia y el jugador ya tiene arreglada de palabra su llegada, por lo que solo restan detalles para que se haga oficial. En Boedo, mientras tanto, vuelven a mirar desde afuera.
“Está en una lista de jugadores que se les puede dar la posibilidad”, había dicho el manager azulgrana el viernes pasado, cuando le preguntaron puntualmente por Bizans y Miguel Barbieri, los dos únicos nombres que reconoció públicamente. Lo curioso es que ambos ya cerraron con otros clubes: Barbieri fue presentado en Riestra el mismo día de aquellas declaraciones, y ahora Bizans acordó con el clásico rival del Ciclón.
Juan Bizans, de 23 años, tiene contrato con Banfield hasta 2026 y su nombre venía sonando como alternativa para reforzar las bandas. Huracán aceleró las gestiones ante la posible salida de Walter Mazzanti a Independiente, llegó a un acuerdo para comprar el 50% del pase y le ganó de mano al Ciclón, que lo tenía en carpeta pero jamás avanzó por su situación económica.
El caso no hace más que exponer la falta de reacción del club en el mercado de pases. San Lorenzo todavía no puede inscribir jugadores: suma seis inhibiciones que representan una deuda que ronda los 2 millones de dólares y que impiden cualquier movimiento oficial. Mientras tanto, lo dicho por La Roca: la dirigencia apuesta a vender futbolistas para levantar esas restricciones y, con lo recaudado, poder incorporar dentro de las posibilidades.
Pasan los nombres y volverán a sonar más. Pero mientras en San Lorenzo continúen los problemas internos de la dirigencia —con Marcelo Moretti agazapado para volver y enfrentado con Julio Lopardo, presidente en funciones—, y la economía no permita moverse con agilidad, cualquier equipo puede adelantarse en la carrera por los refuerzos.
