Los problemas no se detienen en Boedo. Mientras San Lorenzo atraviesa una crisis institucional y económica sin precedentes, la FIFA notificó cinco nuevas inhibiciones contra el club, que elevan la deuda total por reclamos internacionales a más de 2,5 millones de dólares.
Según se supo, tres de esas inhibiciones corresponden a derechos de formación y mecanismo de solidaridad que el club no pagó por el delantero colombiano Diego Erazo, quien tuvo pasos por varios equipos antes de llegar a San Lorenzo en 2024. Los reclamos fueron presentados por los clubes que intervinieron en su desarrollo y transferencias previas, y la FIFA falló en su favor.
Además, las otras dos inhibiciones fueron presentadas por el colombiano Rafael Pérez, actual jugador de Unión Magdalena, que se marchó libre a comienzos del ciclo de Marcelo Moretti. En ese momento, el presidente había asegurado públicamente que la deuda ya estaba saldada mediante un plan de pagos. Sin embargo, el incumplimiento de ese acuerdo derivó en nuevos fallos adversos y en la imposición de sanciones económicas.
En total, las nuevas inhibiciones representan unos 350 mil dólares, que se suman a una larga lista de compromisos impagos que el club ya tenía en su haber. Antes de esta tanda, San Lorenzo acumulaba reclamos por alrededor de 2,2 millones de dólares, con casos como los de Diego “Torito” Rodríguez y Cristian Zapata, y clubes como Pachuca de México y Austin FC de la MLS que reclaman deudas por Adam Bareiro y Jhohan Romaña, respectivamente.
Así, el monto global supera ya los 2,5 millones de dólares, un número que refleja la magnitud del pasivo que hoy condiciona cualquier movimiento en futuros mercados de pases.
