San Lorenzo vuelve a sufrir un caso particular con sus arqueros. Algo que no es nada nuevo para los hinchas si se tienen en cuenta los últimos años: de un torneo o de una temporada a la otra hay una rotación continua y termina siendo un dolor de cabeza al final o al inicio de cada mercado de pases.
Antes que el fútbol se suspendiera por la pandemia, Sebastián Torrico, Fernando Monetti y el juvenil Lautaro López Kaleniuk eran los que trabajaban en el día a día del plantel. La excepción era Nicolás Navarro, quien por cuestiones futbolísticas y económicas estuvo trabajando desde el comienzo del año apartado.
Para entender esta situación, hay que remontarse hasta abril del 2017. Torrico, titular en el histórico campeón de la Libertadores 2014, salió del equipo por bajo rendimiento y Diego Aguirre apostó por Navarro, que había tenido escasas chances de mostrarse tras arribar a Boedo a principios del 2016.
Al DT uruguayo, la arriesgada apuesta le salió bien: el ex Gimnasia fue figura en varios partidos (incluido definiciones por penales en la Libertadores y Copa Argentina de ese año) y sus actuaciones derivaron en la renovación de su contrato. Parecía que San Lorenzo tenía arquero para rato: en 2018 extendió su vínculo hasta junio del 2021. Pero…
La llegada de Jorge Almirón, a principios del 2019, volvió a alterar los planes. Uno de los pedidos expresos del ex Lanús fue la contratación de Monetti, quien se adaptaba a su estilo de juego por el buen manejo que tiene con los pies y llegaba al club a préstamo por seis meses, desde Atlético Nacional. Así, el destino de Navarro, alegando que el DT ya tenía a su arquero titular y no iba a tener posibilidades de pelear de igual a igual, se terminó yendo al Querétaro de México.
Monetti alternó buenas y malas. Aunque no tuvo mayores sobresaltos a la hora de cumplir su función, un par de expulsiones evitables (ante Defensa y Justicia y en el clásico ante Boca) hicieron que fuera mirado de reojo por hinchas y dirigentes. Aunque mejoró su imagen y tuvo actuaciones destacadas (fue clave para eliminar a Huracán por la Copa Superliga), el Ciclón no hizo uso de la opción de compra y volvió a Colombia.
Ya con Juan Antonio Pizzi en su regreso a Boedo, ¿Cuál fue la decisión de San Lorenzo? Repatriar a Navarro, que tuvo un flojo rendimiento y terminó perdiendo el puesto en Querétaro. En ese momento, Torrico arrancó jugando la Copa (la que quedó eliminado con Cerro Porteño) y el ex Gimnasia se hizo con el puesto en el campeonato local. Pero eso sí, nunca logró ser el mismo de antes. Venía de tener actuaciones opacas y el 1-3 contra Defensa y Justicia en el Nuevo Gasómetro prácticamente marcó su destino: fue insultado por los hinchas y desde ese día no volvió a jugar.
Tras esa dura derrota con el Halcón, Diego Monarriz se hizo cargo del plantel y confirmó al Cóndor como su arquero titular. El mendocino fue figura en varios partidos (ante Patronato o River, por ejemplo) y no hubo dudas en que se adueñe del arco. Aunque, claro, como el ex DT de la Reserva quería que haya más competencia, el CASLA volvió a apostar por un viejo conocido: Monetti llegó, otra vez, por un semestre y con un salario alto.
En enero del 2020, el plantel contaba con tres arqueros de experiencia. Uno, indudablemente, tenía que irse. El elegido fue Navarro, quien quedó afuera de la pretemporada y la intención era buscarle un destino. ¿Lar razones? Nivel futbolístico y, principalmente, su contrato elevado. Pero no hubo suerte. El arquero, de 35 años, no se fue y tampoco aceptó, al igual que Cerutti, una rebaja salarial (sí lo hizo Vergini, que desde febrero entrena con el plantel). Entonces, durante esta primera parte del año entrenó al margen junto a Pocho. En ese lapso, ya con el trinomio Tocalli- Acosta- Romagnoli, el Cóndor fue titular indiscutido y Monetti no sumó ni un minuto desde su regreso.
¿Cuál es la situación actual con los arqueros en San Lorenzo? Torrico continuará al menos hasta junio del 2020, López Kaleniuk seguirá siendo parte del plantel y la cuestión ahora pasa por saber lo que pasará, justamente, con los dos guardametas que tantos idas y vueltas tuvieron en este último año y medio: Navarro, que está en conflicto con el club (no cobra junto a Cerutti desde diciembre) y Monetti, que tiene la chance de renovar pero su representante ya puso en duda que la dirigencia pueda pagar su sueldo.
En este escenario, por Boedo se especula que Mariano Soso tendría decidido ir a buscar a otro arquero en caso de que el Mono no siga. ¿Tendrá nuevo arquero el Ciclón cuando vuelva al fútbol?