Los hinchas de San Lorenzo que viajaron a Belo Horizonte no la pasaron bien. Fueron recibidos con carteles de hostigamiento, insultos y todo explotó en el estadio a los 35 minutos del duelo contra Atlético Mineiro, cuando la Policía militar ingresó a la tribuna azulgrana y empezó a repartir palazos, tiraron balas de goma y gases lacrimógenos por los que el partido debió pararse.
Las autoridades del Ciclón ya habían emitido un comunicado en donde repudiaban estos actos, que ya se tornan reiterativos cada vez que un equipo argentino viaja a Brasil. Sin embargo, en una nota firmada por el secretario Pablo García Lago, en las últimas horas dio a conocer la presentación formal que le hizo a la Conmebol.
Allí, básicamente, le reclaman que haya una investigación exhaustiva sobre los hechos de violencia ocurridos antes, durante y después del partido; sanciones severas para los responsables; medidas concretas que garanticen la seguridad a futuro y que haya un nuevo compromiso de la Conmebol para promover y defender los principios del juego limpio, respeto y fair play.
El comunicado completo a la Conmebol
“Tengo el agrado de dirigirme a Ud. a efectos de manifestarle nuestra indignación y malestar a raíz de los lamentables hechos sucedidos a instancias del juego celebrado el día 20 de agosto de 2024 entre nuestro club y el Club Atlético Mineiro en el estadio de este último.
Así, San Lorenzo repudia enérgicamente todos los hechos acontecidos en Belo Horizonte, desde la injustificada y salvaje agresión de la policía brasileña a nuestros hinchas hasta una serie de sucesos que atentan contra la deportividad y la buena relación entre clubes, indispensables para lograr entre todos un fútbol en paz.
Las situaciones negativas que ocurrieron fueron demasiadas. Los hinchas azulgranas se ajustaron a todas las recomendaciones de seguridad para llegar al estadio. Sin embargo, tuvieron que soportar una importante demora en el ingreso como también mensajes agraviantes recibidos en el camino (carteles con la frase “argentinos racistas hijos de puta”) y objetos con figuras violentas (muñeco colgado figurando un ahorcado con la casaca argentina manchada en sangre). Lo mismo sucedió con la delegación oficial, que fue retenida un largo tiempo ante la mala recepción del club local.
Durante el partido, hubo agravios y provocaciones del público local, que exhibió banderas y arrojó objetos a nuestros hinchas. Esto culminó con un feroz ataque policial al público de San Lorenzo, con disparos de bala de goma y gases lacrimógenos, una represión que provocó más de una decena de heridos.
Cuando comenzó dicho ataque policial, a pesar del pedido de nuestros jugadores, el árbitro (de cuestionable desempeño) recién detuvo el juego cuando cayó al piso un jugador de Atlético Mineiro.
Más tarde, en el momento en que nuestro equipo buscaba el empate, los locales abrieron la manga de salida al campo para frenar el partido.
La desconcentración de nuestros hinchas también sufrió una retención de más de dos horas. Ahí la policía requisó los micros violentamente y detuvo a cuatro personas.
Nosotros entendemos el futbol como una fiesta deportiva que debe hermanar al pueblo sudamericano. No como una guerra. Los ocasionales adversarios son solo deportistas y simpatizantes que deben jugar y alentar llevando en alza los principios que viene pregonando la Conmebol desde hace años y que hacemos nuestros: Solidaridad, respeto, juego limpio, promoción de valores.
Es así que lamentamos profundamente que no se hayan tomado los recaudos necesarios para garantizar la seguridad de nuestros simpatizantes, que sufrieron infinidad de golpes, violencia física y psicológica antes, durante y después de una disputa deportiva. Estos hechos, sumados a la irreflexiva violencia ejercida por parte de la policía militar brasileña contra nuestros simpatizantes, violan de forma inaceptable los valores que la Conmebol debería promover.
Violencia física y psicológica que ya viene siendo una costumbre cada vez que un equipo argentino visita suelo brasileño.
El saldo, más allá del resultado, es inaceptable para todos porque la violencia y la represión se llevaron el protagonismo del espectáculo.
Es por ello que RECLAMAMOS:
1.- Una investigación exhaustiva sobre los hechos de violencia ocurridos antes, durante y luego del partido.
2.- Sanciones severas para los responsables de dichos actos.
3.- Medidas concretas para garantizar la seguridad y el respeto a los simpatizantes en los futuros eventos.
4.- Un nuevo compromiso de la Conmebol para promover y defender los principios del juego limpio, respeto y fair play.
Esperando una pronta respuesta y efectiva a esta nota de reclamo, lo saludo atentamente con mi consideración más distinguida.
Se adjunta material fílmico y fotográfico que acreditan nuestros dichos”.