Quilmes, el próximo adversario de San Lorenzo en la Copa Argentina, atraviesa un presente complicado. Después de un prometedor arranque en la Primera Nacional, el Cervecero se desmoronó por completo y este domingo tocó fondo: perdió 2-1 ante Gimnasia y Tiro en Salta y su entrenador, Sergio Rondina, renunció tras el partido.
Con esta caída, el equipo del Sur acumuló ocho fechas sin victorias y cayó al 12° puesto de la Zona A con apenas 22 puntos. Lejos de la pelea por el ascenso, entró en una crisis tanto futbolística como institucional, y ahora deberá buscar un reemplazo para el Huevo Rondina, que se despidió del plantel en medio de la desilusión.
La situación contrasta con el inicio del campeonato, cuando el equipo era protagonista, se mantenía entre los primeros lugares y metió el batacazo en el debut de la Copa Argentina eliminando al último campeón, Central Córdoba. Sin embargo, los malos resultados lo empujaron a una pendiente de la que no logró salir, y ahora llegará golpeado al duelo de 16avos.
Ahora, el Cervecero intentará reinventarse con técnico nuevo y muchas dudas, pensando en el cruce ante San Lorenzo, que se jugará el sábado 5 de julio. El partido todavía no tiene sede ni horario confirmados, pero será el primer desafío del equipo de Damián Ayude en su nuevo ciclo como DT azulgrana.
