Los llamados, las reuniones, las especulaciones y hasta los enojos quedaron de lado. Si bien la relación entre San Lorenzo y Adam Bareiro sufrió un desliz hace algunos días, todo terminó de la mejor manera para todos: al jugador le saldaron una deuda del pasado, le mejoraron el contrato y su continuidad en Boedo quedó asegurada.
Después de aquellas horas de incertidumbre, el Príncipe se volvió a meter al cien por cien por su equipo. Fue tal su compromiso que jugó casi sin entrenar el primer partido de la Copa de la Liga ante Lanús y en el segundo ya pagó con gol: ganó en lo alto y peinó para poner el 1-1 con el que el Ciclón sumó un puntito en Córdoba contra Belgrano.
Pero la identificación del goleador va mucho más allá del rectángulo de juego. Bareiro es Cuervo. De ley. Más de una vez se mostró agradecido por el trato que recibió en el club y por su gente. Y, por lo visto, marcó en su piel la pasión que siente: Tamara Rojas, su esposa, subió una foto a sus redes sociales en donde se ve un tatuaje que refleja su amor por San Lorenzo.
Un cuervo que posa sobre el 11, el dorsal que luce en su camiseta, y cada número decorado con los colores rojo y azul que juntos le dan forma al escudo del CASLA. “El cuervo fan”, escribió su señora en Instagram para dar a conocer el dibujo que lleva encima, y para siempre, en su pierna izquierda el capitán del equipo de Rubén Darío Insua.