in

Emoción absoluta en la despedida de Torrico y Ortigoza: “Nos vamos con el objetivo cumplido”

Los ídolos de San Lorenzo vivieron una jornada llena de emociones en un Nuevo Gasómetro colmado que le agradeció por el legado que dejan en el club.

El clima de despedida se sintió en cada rincón del Nuevo Gasómetro. La emoción estaba a flor de piel a cada momento en la previa, durante y ni hablar cuando terminó el partido en el que San Lorenzo le ganó a Aldosivi. Pero a pesar de la alegría latente de entrar a la Copa, el duelo pasaba por otro lado. Había sido el último partido de Sebastián Torrico y Néstor Ortigoza en Boedo.

Con la conducción de Juanjo Buscalia, la Copa Libertadores en el punto central de la mitad de la cancha y la familia de ambos acompañándolos, los homenajeados tomaron la posta después de las palabras que les dedicaron el manager Matías Caruzzo, el capitán Federico Gattoni y Nicolás Blandi, otro de los históricos y referentes del plantel.

“No tengo palabras de agradecimiento, para la gente, compañeros, cuerpo técnico, empleados del club que día a día me dieron su cariño y me hicieron sentir muy querido. Cierro una etapa muy importante de mi carrera. San Lorenzo es mi casa. Cierro mi etapa de futbolista, pero nunca voy a dejar de ser parte de esta familia”, dijo el Cóndor, el primero que tomó la posta en ese momento especial.


“El momento mas feliz de mi vida porque están reconociendo mi trayectoria. No me voy a olvidar en la vida de esto. Cuando llegue a San Lorenzo estaba en un momento muy difícil, le pusimos amor y lo sacamos adelante. Volví de vuelta en un momento complicado, aguantamos el chaparrón y ahora estamos festejando en Copa Sudamericana”, fueron las palabras que eligió el Gordo para decir adiós.


Sobre el cierre, tras los abrazos del plantel, familiares y auxiliares, quedó tiempo para una vuelta olímpica y dos penales en cada arco, uno que atajó Torrico y otro que convirtió el Ortigoza. La gente, notablemente emocionada, los ovacionó bien de cerca y así despidieron a los ídolos eternos…