En pleno caos político, la crisis institucional de San Lorenzo sumó un nuevo capítulo este sábado, cuando aparecieron carteles y pintadas en distintos rincones de Boedo dirigidos contra Matías Lammens, ex presidente del club y quien se instala nuevamente dentro del arco político azulgrana.
Las pintadas surgieron días después de su reaparición en las reuniones convocadas por Claudio “Chiqui” Tapia en la AFA, donde se buscó —sin éxito— alcanzar un consenso entre las distintas facciones para resolver el conflicto dirigencial.
Uno de los carteles exhibía un número enigmático, “31.882”, acompañado por la leyenda “El traidor del siglo”. Otro, con la imagen del ex presidente, decía “El ladrón del siglo” y un mensaje cargado de ironía: “En el barrio de Matadores, rodeado de buchones, multipliqué los galpones. Es solo plata y no amores”.
El mensaje no fue casual. Esa frase hace referencia a Ñuke Mapu, el emprendimiento vitivinícola con el que Lammens inició su actividad privada años atrás, cuando todavía no era una figura política de peso. El local, ubicado en Boedo, también fue vandalizado, con las palabras “vaciador y traidor”, además otra vez del número “31882”.
Con el paso del tiempo, el ex ministro de Turismo de la Nación expandió su patrimonio: Ñuke creció, sumó depósitos y recientemente se conoció que habría adquirido una bodega de alto perfil en Mendoza, en el marco de su expansión empresarial.
Las pintadas aparecieron en un contexto de máxima tensión interna. La AFA decidió intervenir ante la falta de acuerdo entre los dirigentes, y la figura de Lammens volvió a dividir aguas dentro del club, donde muchos lo señalan como uno de los responsables del presente institucional.
Mientras tanto, la incertidumbre sigue dominando el clima político azulgrana, con un futuro que, por ahora, parece cada vez más incierto.
