Este lunes 21 de abril de 2025 falleció el Papa Francisco a los 88 años en el Vaticano. Líder de la Iglesia Católica desde 2013 y figura clave en la historia reciente de la humanidad, Jorge Mario Bergoglio también fue, para los hinchas de San Lorenzo de Almagro, un símbolo de identidad y orgullo futbolero.
Nacido en el barrio porteño de Flores, Bergoglio creció en una familia profundamente católica y cuerva. Su padre, empleado ferroviario de origen italiano, le transmitió el amor por el club azulgrana desde pequeño. Fue socio activo durante décadas, e incluso mantuvo su carnet al día cuando ya era arzobispo de Buenos Aires.
Su pasión por San Lorenzo nunca se escondió. A lo largo de su vida, asistió en varias ocasiones al Viejo Gasómetro y luego al Nuevo Gasómetro. Incluso cuando sus obligaciones religiosas lo mantenían ocupado, seguía los partidos del Ciclón por radio o televisión. Más de una vez se confesó “feliz” tras una victoria azulgrana.
Tras ser elegido como Sumo Pontífice el 13 de marzo de 2013, Francisco sorprendió al mundo al confesar públicamente su amor por San Lorenzo. La institución, que justo ese año cumplía su 105° aniversario, no tardó en saludarlo y enviarle camisetas personalizadas. La imagen del Papa sosteniendo una casaca firmada por el plantel campeón del Torneo Inicial 2013 dio la vuelta al mundo.
En 2014, luego de la histórica consagración en la Copa Libertadores, San Lorenzo le hizo llegar la réplica del trofeo al Vaticano. Francisco recibió a la delegación con emoción y los bendijo uno por uno. “Soy cuervo desde chico“, les dijo, con una sonrisa inolvidable.
Durante más de una década como Papa, jamás renegó de su costado futbolero. Por el contrario, lo usó como puente cultural y humano. En muchas audiencias privadas con argentinos, siempre había tiempo para una mención a su querido San Lorenzo.
El club, por su parte, lo nombró Socio Honorario, lo homenajeó en varias oportunidades y hasta puso su imagen en murales y banderas. Para los hinchas, el Papa Francisco fue más que un referente religioso: fue un embajador cuervo en el mundo. “El amor por San Lorenzo forma parte de mi vida, de mi historia”, dijo en más de una ocasión.
Hoy, San Lorenzo despide a su hincha más ilustre. Un hombre que llevó los colores azulgranas al corazón del Vaticano y que demostró que el fútbol, lejos de ser solo un juego, puede ser también una forma de sentir, creer y trascender.