Con personalidad y temple en el momento más tenso de la noche, Orlando Gill fue determinante para que San Lorenzo siga con vida en el Torneo Apertura. El arquero paraguayo atajó el octavo penal de la serie ante Argentinos Juniors, en una definición infartante que terminó con el gol de Gastón Hernández y la clasificación azulgrana a semifinales.
“Por lo menos una tenía que atajar, je”, soltó Gill en TNT Sports, sabiendo que su intervención fue fundamental. El Ciclón lo ganaba con gol de Vombergar, pero sufrió el empate en el último suspiro y debió resolver todo desde los doce pasos. “Fue un partido muy difícil. Nos hicieron un gol en la última, pero decidimos meter todos los penales, con confianza y gracias a Dios pudimos clasificar”, explicó.
El arquero paraguayo también analizó el trámite del encuentro, reconociendo los méritos del rival más allá de empatarlo sobre la hora: “Ellos lo buscaban de todos lados, tenían hombres muy buenos por arriba y fue suerte de ellos que encontraron un cabezazo ahí arriba para empatar”, dijo sobre el tanto que forzó los penales.
Y cerró con un mensaje claro, directo y con orgullo por el grupo: “Este equipo tiene sangre y huevos, está para grandes cosas por más que lo desmerezcan. Vinimos a buscar la clasificación y lo logramos”.
