“Tengo muchas ganas de tener una revancha en San Lorenzo”, decía Gabriel Gudiño el 2 de abril desde España. Más de cuatro meses después se terminó su vínculo a préstamo con el Cultural Leonesa y su futuro es incierto. Aunque, al menos en el corto plazo, deberá volver a ponerse a disposición del club y trabajar en Ezeiza.
El volante de 28 años que tiene contrato en Boedo hasta junio del 2021 regresó a Buenos Aires en las últimas horas y está citado para entrenarse bajo las órdenes de Mariano Soso este miércoles por la mañana, luego de haber cumplido las dos semanas de aislamiento en Porteña, su ciudad cordobesa natal, y superado con éxito el hisopado.
Pero más allá de que se vuelva a calzar la pilcha azulgrana, su permanencia en el equipo estaría prácticamente descartada. De hecho, cuando se sume a los entrenamientos va a ejercitarse directamente con los jugadores que a los que intentan darle salida: Gabriel Rojas (volvió de Peñarol), Gonzalo Berterame (regresó de Gimnasia de Menzoza) y Ezequiel Cerutti en la burbuja 6.
Gudiño llegó al Ciclón a mediados de 2017, cambio de u$s 1.700.000 por el total de su pase. Luego de jugar 34 partidos (tres goles), se fue a préstamo a Belgrano por seis meses y desde junio del año pasado estuvo jugando en el club de la Segunda B española. Ahora, todo indica que no será tenido en cuenta y habrá que buscarle otro camino.